Sentadas en la esquina de mi cama
Me lleve a la boca tus besos
que ya no existen
por el simple hecho de que
eres un numero imaginario.
No tengo insomnios
es falta de historia
para dormir.
Tengo la misma ropa
en diferentes colores
con diferentes actores
en diferentes escenarios.
Pensarte es revivirte
aun después de tu muerte
aun después de tu libertad
aun después de que me mataras.
Esclavitud de besos
que pocos me incumben
que muchos me aluden.
Ojos de cristal donde me pierdo
con pestañas falsas para impresionar
con pupilas dilatadas por placer
y sensaciones que no quisieras conocer.
Solo una vez me miro a los ojos
y todavía lo pienso
y todavía me muero.