La muñeca de vida

Flotando en los brazos de los ángeles que me consuelan al sentir esa disnea en mi cuerpo,
 es cuando me doy cuenta que realmente lo único que tengo son esos ángeles que no veo,
pero que si siento,
quienes me secan las lagrimas y van recogiendo
 los pedazos de tristeza que están bajo mi cama.

Me preguntan:
 que me pasa.
 sin entender
 el por que no respiro,
y lo único que puedo responder es una mirada.

Dejándoles saber que por la espalda me sacaron el corazón,
que no hubo valentía para poder hacerlo por el pecho
y que el dolor es mas grande cuando no lo esperas
que cuando ya sabes que viene.

Me observan
y sus ojos verdes mezclado con azules,
tan verdes como un bosque con la luz del sol a pleno amanecer
y tan azul como agua de cristal que no existe en nuestro planeta tierra,
 sus pupilas se dilatan y no son negras como las de todo el mortal,
 sino mas bien vino tinto combinado con fuego y fango.

Mire fijamente sin desviar la mirada el primer ángel
 que convirtió sus ojos en esos colores que no conocia
y sin sentir miedo mas bien compasión,
 entendí,
que esa transformación era un reflejo de ellos
al querer entender lo que me estaba pasando.

Ahí presencié que su alma se hizo mortal
entonces no comprendí si estaba realmente
con mis ángeles o con mis demonios.

Les pregunte por que lloraban si la que había muerto era yo,
su respuesta fue simple y tierna con un abrazo
donde me prive, al sentir esa sensación
de lo mismo que estaba sintiendo yo. 


Abrí los ojos de manera repentina
y con desesperación,
respire con lo más profundo de mi alma y exhalando con un sonido fuerte
al sentir tan inesperada locura trasmitida de su pecho.

Entonces comprendí que nunca estuve viva sino muerta
y me mostraron los ojos de la muñeca que me dio la vida
y el sentir
y que ahora muero nuevamente por no tenerla cerca de mi.

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