El primer paso para lograr el amor como un aspecto completo, inalterable de la vida, consiste en re-definir aquello que llamamos amor en este momento. La mayoría de nosotros pensamos que el amor es una atracción hacia otra persona, una fuerza cálida que nos hace sentir importantes para otro, un placer y un deleite, o un sentimiento o emoción muy poderosa. Aunque el amor está presente en todas esas definiciones, el mago diría que en el mejor de los casos éstas son parciales. “El amor, como ustedes los mortales lo definen, está condenado a desvanecerse y perecer”, decía Merlín. “Lo que ustedes llaman amor va y viene. Pasa de un objeto de deseo a otro. Se convierte prontamente en odio si el deseo no se cumple. El verdadero amor no puede cambiar, no tiene nada que ver con un objeto y no puede transformarse en otra emoción, puesto que, para comenzar, no es una emoción”. Si descartamos todos los tipos falsos o superficiales de amor, ¿qué nos queda? Podemos ...
“Somos de quien nos escribe”, leí un día. De quien nos entiende, - sin decir nada- de quien luego nos puede explicar también. Somos de quien nos acaricia, -incluso en la distancia- quien nos trata con dulzura, quien encuentra adorable cada defecto, cada marca, cada cicatriz. Somos indudablemente de quien nos ama y nos protege, -y nos deja protegerle- aún con heridas, aún con rasguños. Somos de quien nos pone en prioridades, -sin perder las suyas, ni cambiar sus planes- quien nos regala un poco de su tiempo, quien nos da también libertad; somos de quien nos besa bonito, de quien nos besa salvaje, de quien siempre nos va a besar. Somos de quien ama todo de nosotros, de nuestra esencia, -y de nuestra ausencia- de quien no quiere cambiarte ni un solo centímetro, de quien conoce todos nuestros errores y tropiezos y aún así se quiere quedar. Somos de ese alguien que simplemente nos elige cada día, y que se queda amándonos y quizás en algún momento nos odia, pero nos deja ser no...
El saber que pasara sin el más mínimo esfuerzo, es la parte que más destruye al sabio cuando siente. ¿Qué sabio tiene sentimiento? Pues me declaro un loca, loca por ti, por tus besos, por tus labios, por tu olor, loca por todo ese color que sale de tus manos, loca por cada paso que das e iluminas el camino. Me declaro una loca sin sentido, de esos locos que caminan sin pensar. Una loca de esos que no piden limosnas, que se hacen feliz por ver la luz del día, de esos locos que solo esperan la misma hora de su día dónde se inventan ese amor de su vida. Me declaro loca, para no ser sabio, porque el sabio no ama para morir, y este loca vive para amarte, y si muero por amor, ojalá y poder resucitar siendo sabio, para entender que te amaba con locura y de paso, volver a perder la cordura.